La mañana esta avanzada - cerca al medio dia -, la ciudad se mueve a su ritmo, no le interesa que no todos sigan su comparsa, es sábado - suena por enésima vez el despertador - Daniel no se quiere levantar, para el no existen los dias ni las noches ni las tardes, mira el techo, se voltea, mira la ventana, le duele la luz del sol, se da la vuelta y mira la pared.
El cuarto esta tan frio, tan gris, la tristeza se respira por todos lados; Daniel toma una decisión, se levanta, sale del cuarto, va donde la vecina, protocolo de rigor - Vecina buenos dias - dice mientras ensaya una sonrisa.
- Vecino que tal, buenos dias. - en medio de una sonrisa espontanea y verdadera.
- Vecina puede prestarme su Tv, se lo regreso en la tarde - considerando que es sábado y los sabados la vecina sale con la familia en la tarde, Daniel piensa que ella no tendra problema en prestarle el Tv.
- Ya vecino, pero me lo devuelve en cuanto regrese - con la misma sonrisa inocentona mientras entra a la habitacion contigua donde esta el bendito aparato; Daniel se acerca y le ayuda, la caballerosidad por delante verdad?.
- Gracias vecina se lo devuelvo mas tardecito.
- Ya vecino.
Daniel entra con el televisor a su habitacion, lo coloca frente a la cama, recuerda que es lo que va dar en la tv en la tarde, en eso recuerda - Y el trabajo? - el trabajo puede esperar, su yo interno no, quiere desfogarse de alguna forma, y la television va ser su padre confesor.
Se acomoda en la cama, la cortina esta cerrada, no es necesario nada mas, tranquilidad - dark tranquility - empieza la funcion.
Dibujos animados - como siempre, como todos los dias, como ahora ultimo -, una serie de dibujos animados con su trama que gira en torno de una nave espacial, un piloto y mucha gente alrededor, la presion de estar en el ojo de la tormenta; Daniel mira la serie durante tres horas, llora, se rie, se estremece, entra en extasis ante cada accion de los personajes, termina la serie, llego la tarde, la tarde gris y oscura, termino el dia para Daniel, no quiere pero si sigue en esa habitacion, se quedara encerrado en su tristeza.
Nadie llama.
Nadie se preocupa, todo esta bien segun los demas - el show debe continuar - se levanta y va al baño a tomar una ducha, se alista, ceremoniosamente, el mundo es una burbuja que lo ha excluido; es tarde; las luces del alumbrado público se encienden, devuelve el televisor dandole las gracias a la vecina, ella lo recibe y todo termino alli, Daniel toma rumbo al paradero que lo llevara a su trabajo, espera el carro mientras el mundo gira, la gente sigue riendose de cosas tontas, siguen con sus caras expresando todo el desagrado que sienten, avanzan y retroceden a su alrededor, la tarde languidece.
Daniel piensa, piensa mucho y llega a la conclusion de que esta solo, como nunca lo estuvo, toma el carro que lo llevara al bullicio de su trabajo, pero el sabe que por mas que se encuentre entre miles de personas siempre se sentira solo.
Llega al destino, baja y toma valor para entrar y sonreir, logra hacerlo, sonrie y todo parece normal desde el hacia afuera, saludos por aqui, saludos por alla, va a su puesto y trabaja, espera la amonestación que le daran, mientras se sigue sientiendo en soledad.
La ciudad sigue moviendose, cucaracha gigante que quiere devorarlo a su paso; Daniel respira cierra los ojos y detiene a la cucaracha, una lagrima bastará para ahogarla.
La ciudad se detiene, todo para, ahora la ciudad lo escucha, y lo unico que escuchará será el sonido de su soledad gritando.
Los Cuadernos de Dialogo
El cuarto esta tan frio, tan gris, la tristeza se respira por todos lados; Daniel toma una decisión, se levanta, sale del cuarto, va donde la vecina, protocolo de rigor - Vecina buenos dias - dice mientras ensaya una sonrisa.
- Vecino que tal, buenos dias. - en medio de una sonrisa espontanea y verdadera.
- Vecina puede prestarme su Tv, se lo regreso en la tarde - considerando que es sábado y los sabados la vecina sale con la familia en la tarde, Daniel piensa que ella no tendra problema en prestarle el Tv.
- Ya vecino, pero me lo devuelve en cuanto regrese - con la misma sonrisa inocentona mientras entra a la habitacion contigua donde esta el bendito aparato; Daniel se acerca y le ayuda, la caballerosidad por delante verdad?.
- Gracias vecina se lo devuelvo mas tardecito.
- Ya vecino.
Daniel entra con el televisor a su habitacion, lo coloca frente a la cama, recuerda que es lo que va dar en la tv en la tarde, en eso recuerda - Y el trabajo? - el trabajo puede esperar, su yo interno no, quiere desfogarse de alguna forma, y la television va ser su padre confesor.
Se acomoda en la cama, la cortina esta cerrada, no es necesario nada mas, tranquilidad - dark tranquility - empieza la funcion.
Dibujos animados - como siempre, como todos los dias, como ahora ultimo -, una serie de dibujos animados con su trama que gira en torno de una nave espacial, un piloto y mucha gente alrededor, la presion de estar en el ojo de la tormenta; Daniel mira la serie durante tres horas, llora, se rie, se estremece, entra en extasis ante cada accion de los personajes, termina la serie, llego la tarde, la tarde gris y oscura, termino el dia para Daniel, no quiere pero si sigue en esa habitacion, se quedara encerrado en su tristeza.
Nadie llama.
Nadie se preocupa, todo esta bien segun los demas - el show debe continuar - se levanta y va al baño a tomar una ducha, se alista, ceremoniosamente, el mundo es una burbuja que lo ha excluido; es tarde; las luces del alumbrado público se encienden, devuelve el televisor dandole las gracias a la vecina, ella lo recibe y todo termino alli, Daniel toma rumbo al paradero que lo llevara a su trabajo, espera el carro mientras el mundo gira, la gente sigue riendose de cosas tontas, siguen con sus caras expresando todo el desagrado que sienten, avanzan y retroceden a su alrededor, la tarde languidece.
Daniel piensa, piensa mucho y llega a la conclusion de que esta solo, como nunca lo estuvo, toma el carro que lo llevara al bullicio de su trabajo, pero el sabe que por mas que se encuentre entre miles de personas siempre se sentira solo.
Llega al destino, baja y toma valor para entrar y sonreir, logra hacerlo, sonrie y todo parece normal desde el hacia afuera, saludos por aqui, saludos por alla, va a su puesto y trabaja, espera la amonestación que le daran, mientras se sigue sientiendo en soledad.
La ciudad sigue moviendose, cucaracha gigante que quiere devorarlo a su paso; Daniel respira cierra los ojos y detiene a la cucaracha, una lagrima bastará para ahogarla.
La ciudad se detiene, todo para, ahora la ciudad lo escucha, y lo unico que escuchará será el sonido de su soledad gritando.
Los Cuadernos de Dialogo
1 comentario:
Es el poder del agua, una gota de agua cayendo forever sobre una roca terminara por quebrarla y hacerse un lugar en la roca.
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